Esos momentos difíciles de asimilar, difíciles de masticar y de digerir. Tantos de esos momentos nos abofetean a lo largo de nuestra vida que notamos cómo sangran nuestras encías y hasta el alma. El sabor de la sangre en nuestra boca se va acomodando en nuestra mente desde que somos pequeños.
El día que nuestra madre nos deja por primera vez en el colegio es un buen "hard candy". Esa sensación de abandono que experimentaremos más adelante, cuando la persona a la que creemos querer nos aparta de su vida dejando salir un aliento que suena a "no es tu culpa, pero ahí te quedas". Otro amargo hard candy.
Ese amigo que se va, que ya no va a estar a tu lado, riendo, tomando una copa de vino y "poniendo temitas" en el equipo de música. No te cruzarás con él en los lugares comunes, no te avisará cuando tú no te hayas dado cuenta de que el semáforo estaba en rojo. Ya no te salvará del aburrimiento.
Ese trabajo que idealizaste, en el que creíste, en el que dejaste horas y horas de esfuerzo y que te pega una patada de la noche a la mañana, sin poder reaccionar, sin saber qué pasa.
Esa boda que planeaste con años de antelación. De blanco, todo perfectamente cuadrado para que saliese perfecto y que acaba con la mitad de la familia enfrentada, tu marido borracho hasta la inconsciencia y, lo que es peor, tú necesitando morfina para calmar el dolor de pies que te han regalado esos tacones. Hard Candy.
Ese lado de la cama vacío, frío, grande. Esos desayunos solitarios. Y la comida. Y la cena. Y los sueños.
Tardas mucho tiempo en darte cuenta de que los caramelos duros te hacen fuerte. Si te comes uno, está todo superado. Y entonces, de repente, ya no son tan duros, ni te sangran las encías. Y alguien viene a ofrecerte las gominolas más maravillosas del mundo, las más blanditas y dulces. El paladar se inunda de un sabor que no habías sentido nunca...
Ese alguien quizás estuvo siempre ahí. Tú no le veías. Quizás, sencillamente, seas tú.
Con esta pedazo de entrada nos dices que no sabes si seguir con él? Vamos a estar dándote la brasa hasta que lo decidas :))))
ResponderEliminarFELICIDADES, porque es muy buena.
Un beso.
Gracias. Es halagador viniendo de quien viene. Mil besos
EliminarBienvenida bloguera! Esto no tiene marcha atrás.
ResponderEliminarAprovecho para decirte que todo pasa para bien, pero eso tú ya lo sabes :)
Un beso
Gracias guapo! Espero que me vayáis ayudando y aconsejando con esto. Todo lo que pasa es una lección a aprender, lo maravilloso es tener gente buena a tu lado. Es muy reconfortante.
EliminarCada día es una lección. Lo maravilloso es poder compartirlo con gente bonita. Espero vuestros consejos y vuestras críticas. Mil gracias.
EliminarGracias amigos. Es un inmenso placer saber que estáis.
ResponderEliminarHola Pelirroja!!!
ResponderEliminarMe alegra leerte y explayarte más de 140 caracteres :)
Además, este tema en concreto me toca de cerca, desde abril intento tragarme uno de esos.. el del amigo que creías tener que además de duro es amargo.
Espero que sea verdad lo que dices y los chicles de canela nos quiten el mal sabor de boca jajajaj
Un saludo!!!
Gracias súper heroína. Me encanta verte por aquí. Algunos caramelos es mejor escupirlos y, no te preocupes, las gominolas llegan cuando menos te lo esperas. Mil besos.
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